Novedades: actualmente estoy impulsando el proyecto Argentina en Python, desde aquí (ver mapa)

Creatividad: uno de los beneficios del tercer mundo

De niño quería ser "inventor", pero cuando me preguntaron "¿qué querés estudiar después de la secundaria?" contesté con una contrapregunta: "¿existe la carrera de inventor?". Luego de una respuesta muy corta, "No", mi sueño se derrumbó.

Al final de cuenta, pasaron más de 30 años y por una cosa o la otra, "no soy nada". Ah, ¡y me encanta!

Hace unos 7 u 8 meses que estamos viviendo en Cuenca, Ecuador y hemos estado teniendo algunos problemas de salud. Si bien no son nada grave, son molestos y claro, no es bueno. Luego hacer algunas pruebas y experimentos, tenemos nuestros primeros indicios de que el agua de esta ciudad no nos cae bien y finalmente llegamos a hacer el experimento que mejor ha funcionado (aunque pasaron varias cosas en el medio): empezamos a comprar bidones de 20 litros de agua.

Esta técnica ancestral ya la veníamos practicando en Bolivia y en Perú ya que ni siquiera la misma gente de las diferentes ciudades donde parábamos bebían el agua de la canilla. ¿Qué pasa aquí en Cuenca con estos bidones? ¡No traen piquito dispenser como en Bolivia y Perú! Por lo tanto, se necesita un soporte sí o sí (o bien, levantar cerca de 20kg cada vez que te querés servir un vaso).

¿El problema? ¡El precio! Incluso antes de comprar el bidón ya habíamos visto en el supermercado que el precio de estos dispenser ronda entre los USD ~15 (los que son solo un soporte con pico) y los USD ~150 (los que se dispensan agua fría y caliente). Vamos, cualquiera de los dos extremos me parecían caros. Los más baratos tiene un recipiente de porcelana (como un balde) y un pico: ¡nada más!

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Soporte con base de porcelana y pico: USD 17.50

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¡No más Ads en Spotify!

En Febrero probé Spotify en mi máquina por primera vez. No entré en Premium ni nada, simplemente me creé un usuario como buen hijo de vecino y empecé a ver qué era eso de lo que la gente tanto hablaba. Busqué mis discos favoritos y empecé a utilizarlo de la misma forma que lo hacía con mi música offline.

Un mes después: nada del otro mundo. Simplemente abría el cliente de Linux, seleccionaba algún disco de los que tenía guardado y lo reproducía de forma completa. Sin embargo, tenía una desventaja con respecto a la música offline que yo tenía en mi computadora: ¡las publicidades!. Cada 3 o 4 canciones del disco que estaba escuchando, me aparecía una publicidad que nada que ver con lo que a mi me puede gustar. Probapagandas de telefonías, recitales de reggaetón y demás cosas que teniendo mis gustos musicales en su base de datos, no tenían ningún sentido hacerme escuchar eso a mí.

Durante unos días pensé que podría pagar para quitar esos anuncios. Investigué un poco y vi que pagando, además de quitar los anuncios te dejaban tener música offline y también más opciones para la aplicación del celular. Ninguna de las cosas extras me llamaron la atención.

A la semana siguiente, me cansé de escuchar esa basura y sin pensarlo me fui a comprar el servicio Premium. Intenté usar PayPal y tuve un problema. Itenté de nuevo unas horas más tarde y lo mismo. Pensé un rato... pero nada vino a mi mente.

Pasaron algunos días, y cada vez que salía una publicidad pensaba en algo. Me tomaba esos 30 segundos de cada publicidad para encontrar una solución...

El 5 de Abril tuve una idea: quería realmente quitar los anuncios, pero ahora sin pagar ya que por ese camino no había tenido suerte y no iba a parar hasta lograrlo. Estaba decidido.

Hice un brainstorming solo y llegué a audiodiff, una librería en Python para comparar archivos de audio. La idea parecía ser simple al principio: escuchar lo que viene de Spotify y cada vez que se detecte un silencio (el que hay entre tema y tema -o tema y anuncio) comparar a máxima velocidad lo que empieza a reproducirse con todos los anuncios que previamente había guardado en disco. Ese día le escribí un tuit a fisa porque pensé que le podría interesar.

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¡pysenteishon está que arde!

¡Hoy se liberó una nueva versión de pysenteishon que agrega dos características muy buenas!

  1. Opción para indicar que no queremos que el celular apague la pantalla mientras estamos dando la conferencia. De esta forma, la pantalla quedará siempre encendida y el teléfono no se bloqueará.
  2. Posibilidad de mostrar un pequeño Touchpad en el navegador que nos permite mover el mouse en la computadora y poder hacer click.

Nota

La opción de Touchpad no ha sido probada en MacOSX debido a que no tenemos esa posibilidad. Por favor, si tienes un Mac y quieres ayudarnos a investigar cómo se hace esto, estaremos encantados! :D

La nueva versión es la 1.1.0 y, como siempre, lo podés ejecutar con fades en una línea:

fades -d pysenteishon -x pysenteishon

¿Todavía no sabés qué vas a utilizar para pasar tus slides en la próxima PyCon?


#PyConES16: El abrazo de Siro

Pasaron los nervios. Quedó la alegría.

A fines de Septiembre fuimos con Johanna a Madrid, España para participar de la PyConES16 como habíamos adelantado anteriormente y volvimos más contentos que nunca en nuestras vidas. ¡Nos pasó de todo!

Sabíamos que no iba a ser un viaje fácil de realizar debido a que íbamos a tener que hacer muchos trámites para que a Johanna le permitan la entrada sin complicaciones en la Unión Europea, todo iba a ser muy costoso (por eso realizamos una campaña de donaciones), yo nunca había utilizado mi pasaporte Italiano y además estábamos muy nerviosos por la charla plenaria de cierre que estaba a cargo mío.

Siempre nos gusta tomar algunos recaudos en estas situaciones, por eso salimos un día antes de Cuenca hacia Guayaquil y ese mismo día fuimos a retirar la carta de invitación que Juanlu nos había enviado. Luego nos fuimos para el hotel y esperamos la hora de salida del primero de los vuelos (el de Johanna). Vamos juntos a la madrugada y ya notamos algo sospechoso al despachar su equipaje: su maleta la dejaron a un costado sin darnos ninguna explicación. Vuelvo al hotel y ella se queda esperando la salida de su vuelo.

Una vez que llego al hotel y pasados algunos minutos recibo una llamada de Johanna diciendo que la había llamado desde la oficina de antinarcóticos, que la habían tratado re mal, le habían revisado completamente todo su equipaje y que encima no le habían dejado volver a ponerle el plástico. Estábamos un poco asustados en ese momento. Por suerte, finalmente no pasó nada "más grave".

Por la tarde, ese mismo día, voy nuevamente al aeropuerto para tomar mi vuelo y otra vez al momento de despachar la maleta me la dejan a un costado. Esta vez, pregunto porqué habían tomado esa decisión y me dicen: "Porque es un bulto no convencional. Es decir, está envuelto en film y no puedo ver qué es. No se entiende si es una maleta, un bolso o qué. Son nuestras medidas de seguridad". Así que, me quedé esperando que me llamen por el altoparlante para pasar a antinarcóticos, al igual que Johanna, aunque eso finalmente nunca sucedió por suerte.

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