#PyConES16: El abrazo de Siro

Pasaron los nervios. Quedó la alegría.

A fines de Septiembre fuimos con Johanna a Madrid, España para participar de la PyConES16 como habíamos adelantado anteriormente y volvimos más contentos que nunca en nuestras vidas. ¡Nos pasó de todo!

Sabíamos que no iba a ser un viaje fácil de realizar debido a que íbamos a tener que hacer muchos trámites para que a Johanna le permitan la entrada sin complicaciones en la Unión Europea, todo iba a ser muy costoso (por eso realizamos una campaña de donaciones), yo nunca había utilizado mi pasaporte Italiano y además estábamos muy nerviosos por la charla plenaria de cierre que estaba a cargo mío.

Siempre nos gusta tomar algunos recaudos en estas situaciones, por eso salimos un día antes de Cuenca hacia Guayaquil y ese mismo día fuimos a retirar la carta de invitación que Juanlu nos había enviado. Luego nos fuimos para el hotel y esperamos la hora de salida del primero de los vuelos (el de Johanna). Vamos juntos a la madrugada y ya notamos algo sospechoso al despachar su equipaje: su maleta la dejaron a un costado sin darnos ninguna explicación. Vuelvo al hotel y ella se queda esperando la salida de su vuelo.

Una vez que llego al hotel y pasados algunos minutos recibo una llamada de Johanna diciendo que la había llamado desde la oficina de antinarcóticos, que la habían tratado re mal, le habían revisado completamente todo su equipaje y que encima no le habían dejado volver a ponerle el plástico. Estábamos un poco asustados en ese momento. Por suerte, finalmente no pasó nada "más grave".

Por la tarde, ese mismo día, voy nuevamente al aeropuerto para tomar mi vuelo y otra vez al momento de despachar la maleta me la dejan a un costado. Esta vez, pregunto porqué habían tomado esa decisión y me dicen: "Porque es un bulto no convencional. Es decir, está envuelto en film y no puedo ver qué es. No se entiende si es una maleta, un bolso o qué. Son nuestras medidas de seguridad". Así que, me quedé esperando que me llamen por el altoparlante para pasar a antinarcóticos, al igual que Johanna, aunque eso finalmente nunca sucedió por suerte.

Sin embargo, un detalle. Al llegar a España noté que una caja de preservativos que llevaba dentro de mi equipaje estaba perforada como si fuese con un punzón o algo así. No me gustó eso, me hizo dar qué pensar sobre qué hacen con las maletas de uno.

Finalmente, todo lo que siguió fue viento en popa. Llegué a Madrid y al momento de hacer migraciones presento mi pasaporte Italiano y el señor me dice: "Bienvenido Manuel. Adelante". "¿Cómo? ¿No me va poner el sellito ni nada?". Me sorprendió que no me hayan hecho ningún control. De hecho, puedo decir que al ingresar a la Unión Europea tengo menos controles que para ingresar al país en el que nací. De no creer.

Voy caminando hacia la salida del aeropuerto y ahí ya los veo a Johanna y a Juanlu que me estaban esperando. Me sentí casi como una estrella de rock :)

Inmediatamente fuimos a la casa de Juanlu en taxi y al momento de llegar confirmamos que la mala onda de los taxistas es algo internacional. Parece que hay una única academia a nivel mundial. Igual, escuchar a dos españoles discutir zeziando fue muy gracioso; así que a mi modo de ver la situación, no me pareció tan mal.

Tiramos todas los bultos en la casa y nos fuimos a pasear por diferentes lugares de Madrid, sacamos algunas fotos y hablamos a más no poder con Jualu (era algo que nos debíamos luego de aquella SciPyLA 2015). Escuchamos muchos acentos en la calle, muchos idiomas, muchas formas de vestirse, mucha gente diferente, mucho de todo pero sin que eso nos estorbe. Nos sentimos muy bien y ya nos empezábamos a dar cuenta que Madrid podría ser una ciudad en la que nos guste vivir en algún momento.

Los días pasaron, empezamos a conocer a los amigos del círculo cercano de Juanlu los que pasaron a ser nuestros amigos inmediatamente. Paseamos por diferentes lugares con Johanna y aprovechamos que los precios de muchas cosas son extremadamente más bajos que en Ecuador para realizar algunas compras y chequeos médicos.

El día de la PyConES16 se acercaba y los nervios aumentaban, pero sin embargo no encontraba el lugar adecuado para sentarme en la máquina a terminar las 5 slides que me quedaban pendientes: algunas fotos puntuales y tipografías. Le pedí ayuda a Johanna con eso ya llegando al día anterior de la partida hacia Almería. Terminé eso, pero claro, todavía me faltaba hacer una pequeña práctica ya que tenías más de 120 diapositivas y estaba muy preocupado por el tiempo -aunque por otro lado pensaba: "Pero... muchas de estas duran menos de 5 segundos. Debería estar bien".

Llegó el día del viaje para Almería. Nosotros habíamos coordinado para ir con Carla en su auto (a quien habíamos conocido una o dos noches antes y ya nos parecía una genia) y también con Ángeles (a quién pasamos a buscar por Jaén a mitad de camino). Para encontrarnos con Carla nos tomamos un tren, y para llegar a la estación de trenes utilizamos MyTaxi. Al subirnos al tren, a esto de las 5 de la mañana, ya empecé a pensar que MyTaxi no existe en Ecuador, y que además el servicio de transporte público (bus) a las 18hs deja de pasar por mi barrio. Con Johanna íbamos anotando porotos para Madrid.

Nos encontramos con Carla en las afueras de Madrid y nos subimos todos al auto. 5 horas por delante nos esperaban en la ruta. Nosotros súper contentos porque íbamos a poder ir viendo el paisaje y conocer un poco más la geografía de España. Además, ¡manejaba otro! En el viaje hablamos de un montón de cosas, me encantó ser parte de esas charlas y también poder dormir un rato en las que no entendía :D

Durante el viaje, y pensando en la semana que habíamos vivido en Madrid, ya empezamos a notar algunos de los problemas del primer mundo que nos parecían muy graciosos: el tacho de basura de la calle está lleno de basura, hay un bache/pozo en una ruta de 400Km de longitud, algunos no ponen guiño/direccionales para cambiarse de carril, etc. Y sí, a nosotros nos daba risa, pero cuando eso es lo único que conocés o incluso peor, conocés otros lugares donde las cosas funcionan mejor, tiene mucho sentido quejarse. Hablamos bastante de esto con los chicos. Estuvo bueno.

Llegamos a Almería y nos fuimos derecho para el departamento que habíamos alquilado. La PyConES se acercaba y en mi cabeza lo único que había era la preocupación de no haber podido practicar la charla. Además, seguía pensando "¿Qué le voy a ir a decir yo a esta gente? ¿Para qué me invitaron? ¿Para qué dije que sí?". Las horas pasaban y los nervios aumentaban.

Al día siguiente de llegar a Almería nos vamos bien temprano para la Universidad ya que Carla iba a participar del taller de Django Girls y Johanna y yo íbamos a ser mentores. Teníamos muchas expectativas para ver cómo era un workshop organizado por otras personas (nunca habíamos ido a un taller que no sea organizado por nosotros). En términos generales, me parece que estuvo muy bien organizado y gestionado el taller. Creo que fue muy humano. Yo participé como meta-guía y me estuve paseando por todas las mesas ayudando a los diferentes guías a resolver los problemas a los cuales no le encontraban solución. También estuve charlando con los organizadores y las participantes en los tiempos muertos. Personalmente, lo disfruté mucho y estuve muy relajado al no formar parte de la organización :)

¡Empezó la PyConES16! Había un track entero con una orientación más científica (¡genial esa idea!) y otros dos tracks más de Python en general. Yo estuve paseando por los tres tracks y viendo un poco de todo. Algunas charlas me dejaron mucho, otras nada, otras no me gustaron directamente. Había de todo y para todos los gustos. Como para que te des una idea, hasta hubo un tipo regaló "plátanos/bananas" en su charla.

Llegando al final del primer día, yo seguía sin haber encontrado un tiempo para practicar mi charla, pero ya me había anotado para dar una Ligtning Talk sobre "fades + pysenteishon". Llegó el momento del éxito. Ahí estábamos sentados con Johanna en el escenario principal junto a otros disertantes más (un punto llamativo: Johanna fue la única mujer en dar una LT). Empieza la primera y quedamos impactados de lo bien preparada que estaba. La segunda, ¡también!. La tercera, ¡increíble!. Todos los slides perfectos, los tiempos justos, las palabras adecuadas. Incluso puedo decir que esas LT tenían mucha más preparación que algunas charlas que habíamos visto durante el día. Nosotros, con Johanna, nos mirábamos y ya teníamos vergüenza de estar sentados ahí -incluso sin haber hecho nada todavía.

Llega mi turno. Yo simplemente tenía que hacer 3 o 4 preguntas sobre virtualenv, explicar un poco para qué servía, como había evolucionado con virtualenvwrapper y finalmente mostrar fades utilizando pysenteishon como ejemplo y "de paso" cambiar los slides con el celular. Era súper simple. Pero claro, siempre y cuando mi máquina se digne a clonar la pantalla hacia el proyecto. Lamentablemente, como eso no sucedió y tuve que "extender a derecha", luego de hacer las preguntas e intentar tipear algo en la máquina salió todo mal, el tiempo corría y yo no daba a las teclas adecuadas mientras quebraba el cuello para mirar la proyección. La gente empezó a aplaudir y yo seguía intentando descifrar como escribir "-d" en la terminal. Fue un fiasco mi LT.

Inmediatamente después de mí, siguió Johanna. Empezó a hablar de la comunidad de Python Argentina, dar a conocer la PyConAR 2016 y otras cosas más. No sé muy bien cómo fue la situación, pero a los 2 minutos aproximadamente dijo algo que hizo emocionar a la gente que la empezó a aplaudir, ella también se emocionó, se puso nerviosa y se fue del escenario sin más. Le quedaron varias cosas por decir y 3 minutos de sobre :P

Luego del cierre del primer día nos fuimos a cenar todos en grupo. Estuvo buenísimo, hablé con mucha gente y me hice amigo de algunos casi tan locos como nosotros. Había mucha gente interesante en la conferencia. A mí me gustó particularmente que se organice un track científico ya que hizo que asista mucha gente que "nada que ver con la programación" por decirlo de alguna forma. Entonces, había una buena diversidad de opiniones, puntos de vista y mucho para discutir.

Llegó el Día. Domingo. Tenía que dar la charla plenaria de cierre. Sí, yo. Aún no lo podía creer. Además, seguía sin haber practicado ni siquiera 3 minutos mi charla. Misteriosamente, no estaba nervioso. Aunque tampoco estaba tranquilo, digamos.

Vamos a la conferencia, me paseo entre todos los tracks. Otra vez, algunas charlas muy interesantes y otras no tanto. Sin embargo, cada vez que hablaba con Johanna me decía que había visto cosas muy interesantes en el track científico. Eso me ponía contento porque muchas de esas charlas yo no estaba a la altura para poder evaluarlas.

En uno de esos encuentros con Johanna pactamos un horario para hacer una pequeña prueba de lo que iba a ser mi charla dentro de unas horas. Sí, para este momento ya tenía el PDF listo y estaba seguro del contenido, pero nunca lo había practicado y cada vez que miraba los más de 120 slides temblaba...

Luego del almuerzo, la practicamos y tuvimos decenas de interrupciones en el lugar que elegimos para hacerlo. A tal punto que decidimos alejarnos lo más que pudimos y volver a empezar. Así y todo seguíamos con interrupciones de gente que estaba por el lugar y demás. Entre miedo, bronca y nervios yo ya estaba de mal humor a esa altura. No estaba pudiendo meterme de lleno en la charla, aunque por otro lado tenía en la cabeza todo lo que quería decir.

¡Llegó el momento! Me subo al escenario y configuro todo. Miro el proyector y dice: "Argentina en Python", una foto de una vía y yo con un perro. Me miro. Estoy en el escenario, estoy en el proyector... "¡Mierda. Es mi charla. Vamos a ponerle todas las pilas!" Me presentan y... ¡vamos al ataque!

Como ultimamente he estado viajando mucho, siempre estoy preparado para emprender un nuevo viaje. Es por eso que hoy vine con mi maleta y la voy a ubicar por aquí

—dije mientras salía de atrás del telón

Como siempre en mis charlas, utilicé pysenteishon, pero esta vez lo había configurado para que la pantalla dure encendida 5 minutos, así no tenía el problema de que se me bloqueaba mientras quería pasar los slides.

Durante la charla estuve relajado. Empecé bien y siguió bien. Estaba tranquilo. Estaba seguro. Los pocos chistes que iba haciendo funcionaban. Eso me daba más seguridad. No lloré; y eso me ayudó mucho a seguir con el ritmo adecuado y estar atento y concentrado. "Me desnudé" en el escenario. Saqué todo desde lo más profundo de mí...

... mientras tanto, el celular que estaba usando con pysenteishon no dejaba de vibrar y no entendía muy bien lo que pasaba...

Mientras contaba mi historia y me preguntaba, y les preguntaba, "¿Qué catso hacía yo como Keynote Speaker en PyConES16?"; desde la mitad del salón gritaron: "¡Te lo merecés!". Me quedé helado. La gente empezó a aplaudir y mi heladéz pasó desapercibida.

Llegué al final de la charla y mi celular no había parado de vibrar ni un segundo. Llegué muy emocionado pero pudiendo controlar las ganas de llorar. No había terminado aún y yo ya estaba muy eufórico y contento con lo que había estado viviendo durante este tiempo (que ya no sabía hace cuánto que estaba ahí). Muestro la diapositiva que dice "Gracias" y la mayoría de la gente explotó en un aplauso de pié. Otros explotaron en el llanto (¡literal!). La emoción y la energía que había en ese momento fue tan grande que yo estaba completamente desorientado y no sabía que hacer. Recordé lo que Nando siempre me dijo: "Vos siempre mantené la calma. Si la gente aplaude, no hables, no hagas nada. Esperá que terminen". Y así fue, me quedé callado con lágrimas en los ojos, mirando a la gente a la cara y escuchando esos aplausos maravillosos. Nunca en la vida me había sentido igual.

Saludo a Juanlu en el escenario y me voy a sentar en el primer lugar que encuentro. No podía creer lo que acababa de suceder. No creía que la persona que había estado en el escenario había sido yo. Todavía no lo creo. Necesito ver el video de la charla para terminar de convencerme. Miro el celular y tenía más de 100 notificaciones en Twitter. Estaba atónito.

Luego vino el cierre de la PyConES16, los sorteos y demás.

Al momento de abandonar el auditorio se me acerca mucha gente, me felicita, me pide por favor que siga adelante, me dice que fue muy motivadora la charla, me dicen que quieren trabajar conmigo en un proyecto similar en España, me ofrecen su ayuda para lo que necesite, etc. Fue un momento hermoso, aunque yo no sabía que decir más que "Gracias. Muchas gracias". Estaba como abombado, digamos.

Mientras íbamos saliendo del auditorio camino al auto para emprender nuestra vuelta a Madrid, empiezo a saludar a los amigos más cercanos de Juanlu y despedirme: "hasta la próxima visita". Hay un momento de esa despedida que tuvo mucha fuerza, mucha energía y que me va a costar mucho olvidar: el abrazo de Siro.

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