El destino de tu donación

¡Gracias! Y perdón por la demora en escribir este post. Llegó el día en el que explicaré cómo utilicé el dinero recaudado para arreglar a Errante y poder seguir llevando Python y Software Libre a diferentes países de Latinoamérica.

Durante los meses de Abril y Mayo de este año estuvo abierta la campaña de donaciones para reparar el vehículo que nos transporta de una ciudad a otra y nos ayuda a organizar los eventos que tanto nos gusta realizar: Errante. Errante es un Peugeot 206 simpaticón, que comenzó el proyecto con unos 70.000 Km y que hoy está rondando los 107.000 Km después de más de un año y medio de vueltas por Argentina, Paraguay y Bolivia.

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Errante en Santa Marta, Catamarca, Argentina

Durante ese tiempo algunas cosas se han roto y las he reparado utilizando plata de mi bolsillo. Otras, se han ido gastando y no han llegado a ser problemas mayores, pero también requieren una atención/revisión por parte de algún experto y no un "humitos cualquiera". Es por ese desgaste principalmente que inicié una campaña de donaciones. Esto iba a ser un capítulo nuevo dentro del proyecto, ya que como siempre digo: "Recibir plata a cambio de algo es complicado para mí". Esto traería una nueva responsabilidad ante todos los seguidores del proyecto y también conmigo mismo. ¡Un nuevo desafío había comenzado!.

Para mi sorpresa, apenas unos días después de haber publicado en el sitio web del proyecto que se iniciaba esta campaña y darle un poco de difusión por Twitter, ya tenía el primer colaborador: Lucio Torre. Inevitablemente, eso me hizo sentir muy bien y pensar que la idea de recibir donaciones no era tan loca como yo pensaba o que no me iba a dejar mal parado frente a la comunidad. Lucio es un tipo al que yo respeto mucho, y que venga una donación por parte de él, me decía mucho.

Así fue que pasaron los días y me llegaban tuis de apoyo, transferencias en mi cuenta, consultas en el email sobre otros medios de pago y un sin fin de apoyo. Mucho más que el económico, como siempre digo.

En el medio de la campaña, me tocó enviarle un mail a la Python Software Foundation para comentarles cómo venía la situación del proyecto y cuáles eran los planes a futuro. En ese mail incluí que estaba en el medio de una campaña de donaciones para arreglar el auto y así poder seguir adelante (para ese momento me faltaban USD 300 para completar el monto solicitado). Ahí, un señor increíblemente amable me contestó:

Regarding your car problems: I'll use my directors allowance to cover the remaining USD 300 you need

-- M.-A Lemburg

¡No lo podía creer! Ya había juntado toda la plata que calculaba necesaria para reparar todos los desperfectos del auto y todavía no habíamos alcanzado la fecha límite: aún faltaban unos 15 días aproximadamente.

Durante el mes de Mayo que estuvimos en Posadas, Misiones alojados en la casa de Hernán, un contacto de CouchSurfing estuve averigüando por mecánicos reconocidos o que sean, al menos, recomendados por alguna persona de confianza. Así fue que llegué a Roberto, recomendado por los vecinos de Juan Cabral en el primer asado express que se realizó para la SciPyLA 2015 en, casualmente, un taller mecánico ;)

Al día siguiente, Pablo, uno de los chicos con quienes comimos el asado muy amablemente me acompaño al taller y Roberto comprobó el auto. En principio me dijo que lo del tren delantero no era grave, pero que el comando electrónico de luces y demás que está en el volante había que cambiarlo. Eso provocaba el conflicto eléctrico que tenía el auto y que hacía que se vuelva loco: no cerraba o abría las puertas, parecía que no iba a arrancar, movía el limpia parabrizas en cualquier momento, se comía parte de la batería cuando estaba apagado y demás. El principal problema con eso era que: "No es barato el respuesto" -decía Roberto. "Por otro lado. Sí, el líquido refrigerante hay que cambiarlo" -agregaba.

Así fue que, en principio, hice cambiar el líquido refrigerante de todo el motor: $300. Mientras tanto averiguaba precios sobre el comando de luces. Chino: $1700; Original: $3500.

Yo el Chino no te lo recomiendo. De hecho, ni siquiera te lo voy a cambiar porque después te vas a venir a quejar conmigo. Te recomiendo con los ojos cerrados el Original. Sí, parece más caro, pero no lo es. Te lo aseguro.

—Roberto

Bajo esa frase, fui a sacar plata del cajero y señé el repuesto original que iba a demorar por los menos 7 días en llegar. Además, en la concesionaria de Peugeot también compré el filtro de aire del habitáculo ($200) porque estaba para el cambio y un llavero ($30) que es el número 1 para no perder las llaves del auto: al cuello.

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Filtro de aire habitáculo (nuevo)

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Filtro de aire habitáculo (viejo)

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Llavero colgante para el cuello

Tal como me dijeron en la concesionaria el repuesto llegó a los 7 días, pero nadie me avisó que había llegado. Así que me enteré cuando llamé yo. Llamé al mecánico, saqué turno, busqué el repuesto y al día siguiente llevé el auto nuevamente a lo de Roberto ($600).

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Llaves de comandos de luces y accesorios

Salió todo bien. El comando de luces nuevo funcionaba a la perfección y no había ningún otro problema. Sin embargo, todavía me quedaba comprar las cubiertas y la batería en Encarnación, Paraguay ya que había averiguado los precios ahí y era mejores que en Argentina. Por lo tanto, eso quedaba "de paso" para cuando vayamos nuevamente por Ruta 1 (Paraguay) hacia Asunción.

Como noté que el volante se me estaba descascarando cuando me transpiraban las manos (lo noté yendo a Encarnación en un viaje de fin de semana) decidí comprar un cubre volante para protegerlo y así también evitar que se me deslice la mano al doblar ($100).

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Cubre volante

Así fue, el día que arrancamos viaje hacia Paraguay nuevamente, nos detuvimos en Encarnación y compramos la nueva batería (me falta la foto): MOURA 60 Ah ($1100).

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Batería vieja

Luego fuimos a comprar las cubiertas y cuando llegamos al lugar este se había mudado. Había un cartel con una nueva dirección. La buscamos bastante pero no la encontramos. Finalmente preguntamos en varios lugares y nadie tenía las cubiertas que yo necesitaba. Parecía que se habían puesto todos de acuerdo. Un poco bajoneados por la situación, ya que nos venía saliendo todo al pié de la letra, decidimos seguir viaje igual y ver de comprarlas en otra ciudad de Paraguay.

Lamentablemente, en las siguientes ciudades que preguntamos no las conseguimos tampoco. Igualmente, como las cubiertas no están rotas, sino que están gastadas y que tampoco están con los pelos de metal al aire (sino que simplemente están avisando que dentro de poco necesitan un cambio) decidí seguir así hasta que las encuentre y a un precio razonable.

En la ruta desde Asunción, Central, Paraguay hacia San Salvador de Jujuy, Jujuy, Argentina notamos varias veces un ruido muy feo en el tren delantero. Suponía que era la bieleta que ya me habían mencionado en varias oportunidades (aunque Roberto dijo que no estaba para cambiar). Me asusté un poco porque sonaba muy seguido y bastante feo. Igualmente, no fue hasta San Salvador de Jujuy que hice todo el trámite de conseguir un mecánico de confianza y preguntar el estado del tren delantero.

Efectivamente, el "Chato Blas" me dijo que la bieleta estaba rota y que podía ser reparada aunque no era urgente. Cambió de opinión automáticamente cuando le mencioné que nos estábamos yendo hacia Bolivia :) . No solo eso, sino que me dijo que me iba a cambiar solo una y luego cuando volví a buscar el auto me había cambiado las 2 y me había aumentado el precio considerablemente. Le comenté esto y me dijo que bueno, si, lo que pasa es que esto y lo otro y demás. Me bicicletió y finalmente no me bajó el precio. Sí, es cierto, había hecho más laburo del que acordamos... Pero eso, habíamos acordado otra cosa. Las dos bieletas (repuestos) y la mano de obra me salió $920.

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Bieletas

Aquí noté que la bocina había quedado mal colocada por el mecánico Roberto al quitar el volante para poner el comando. Lo llamé, le comenté el problema y le pedí por favor que me explique cómo resolverlo ya que no había posibilidad de pasar por el taller:

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Desarmando el volante

Entonces, lo único que me queda pendiente es el cambio de cubiertas traseras que probablemente lo haga aquí en Bolivia. Haciendo unos cálculos medio a la ligera, si decimos que las cubiertas duran 50.000 Km puedo estimar que a las traseras les estaría quedando un 3.000 Km de vida. Por otro lado, no me gusta ir con las cubiertas al límite y menos aquí en Bolivia donde ya hemos escuchado chillar y patinar a penas las que ya tiene en algunas curvas muy cerradas en bajada.

En Uyuni, como hacía altas temperaturas de bajo cero (-10°) decidí agregarle un poco más de líquido refrigerante ya que no estaba seguro de qué temperatura soportaba el que había puesto en Posadas, Misiones, Argentina ($75).

Así sería un buen resumen de cómo se gastó el dinero: $300 (limpieza y líquido refrigerante) + $3500 + $ 600 (comando de luces y accesorios + mano de obra) + $1100 (batería) + $200 (filtro de aire habitáculo) + $30 (llavero) + $920 (bieleta + mano de obra) + $110 (cubre volante) + $75 (líquido refrigerante -10°) = $6825

El remanente es $4795 de que utilizaré alrededor de $2200 para las cubiertas. El resto, todavía no tiene destino.


Una vez dada toda la explicación de "¿Cómo utilicé el dinero?" me voy a sumergir en un aspecto un poco más social: "¿Porqué la gente pone plata en Argentina en Python?"

Han pasado más de dos meses desde que terminó la campaña y todavía no encuentro muchas explicaciones a la cantidad de apoyo económico que he recibido para seguir adelante con este proyecto. ¡Hay gente particulares que han puesto más de USD 100!

Si bien estoy súper-mega agradecido, todavía no caigo en muchos aspectos. ¿Qué busca la gente cuando realiza su donación? Soy muy claro en que no van a recibir nada y así y todo ponen plata. Además, también tienen que confiar ciegamente de que la plata que están poniendo la voy a gestionar de manera razonable (para alguna definición de eso) y que de alguna u otra manera van a estar de acuerdo/contentos con el destino de esa plata.

¿Porqué confían en mí? Digo, muchos de los que pusieron plata ni siquiera han ido a una charla de las que yo he dado. Por un lado puedo decir que esa plata que están poniendo, ni siquiera les llega una retribución en cuando a conocimiento (ponele) y por el otro, tampoco saben si las charlas que doy están buenas. ¡Puso plata gente que no me conoce!

También puso plata gente que no me conocía, que me conoció dando una charla sobre Argentina en Python, se copó, escribió un post sobre esto en su blog y encima puso guita. Esos son los que más me alegran de alguna manera, porque siento que logré mi objetivo (que les sirva) y encima me lo han demostrado cuando necesité ayuda (las donaciones). Incluso, ese post hizo que más gente conozca el proyecto y colaboré.

¡Gente de Europa puso plata! Que, obviamente, no la conozco. Sí, USD 5, ponele, te puede parecer poco pero... ¿Cómo llegaron a mi proyecto? Y, suponiendo que fue por el post de la PSF: ¿porqué pusieron guita ahí habiendo tantos lugares para poner plata?

Bueno, por último, me quedan los amigos. Que de algún modo puedo entenderlos un poco más. Me conocen, les caigo bien, les pude acercar más el proyecto y se identifican o etcétera. Pero digo, tenemos una relación más cercana, entonces como que me es más fácil entenderlo. O al menos, intentarlo.

Vos, ¿porqué pusiste guita en este proyecto? ¿porqué pensás que otros han puesto guita? ¿porqué? Ayudame a entender esto y a quitarme las dudas sobre las donaciones, a mejorar el proceso y a realizar una nueva campaña en caso de ser necesaria.

Podés dejar tu feedback en los comentarios o por email, como gustes.

¡Muchas gracias a todos por participar y ser parte de esta locura itinerante que hemos llamado "Argentina en Python", que nace y se mantiene gracias a ustedes: los lectores, los colaboradores, los asistentes, los auspiciantes, los amigos y la familia!

Los quiero.

Lo importante no es ayudar, sino sentirse bien uno.

—me dijeron...

¡GRACIAS A TODOS LOS QUE COLABORARON CON ERRANTE EN ESTA CAMPAÑA!: Joaquín Sorianello, Python Software Foundation, Helen Lynn, Marcos Dione, nessita y Matías Bordese, Python Argentina, Mica Bressan, Matías Varela, Héctor Sánchez, Victoria Martínez de la Cruz y LinuxChix Argentina, Cynthia Gabriela Monastirsky y LinuxChix Argentina, Marcos Ibañez, Agustín Casiva, Claudio Canepa, Wille Marcel, Jairo Trad, Francisco Capdevila, Facundo Batista y Lucio Torre

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