Encuentro en el circo

Note

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Dice que un tipo va a la casa de una señorita y se encuentra con que la comida no estaba lista, sino que siquiera había sido pensada. Por lo tanto había que empezar a pensar en qué ingredientes se podían utilizar para poder elaborar la tan deseada comida que ya era deseada sin siquiera saber lo que se iba a degustar.

Finalmente resultan decidiendo comer algo que sea rápido y fácil. Pero, ¿qué tipo de decisión es esa? Digo ¿no?. Nadie siquiera tiró el primer elemento a utilizar en este arte que es la cocina y ya estaban hablando de la dificultad y del tiempo que les llevaría, no con medidas específicas pero sí ideadas mentalmente por uno mismo.

Ya para el momento que estaban empezando a aparecer algunos ingredientes en la cabeza de ambos, pero sin decirlos en voz alta, sino utilizando el poder que la mente tiene para imaginar las cosas y hasta incluso verlas y sentirlas; aparece un señor no mayor, pero ya señor con su señorita al lado y dos pequeños críos de la mano. Cualquiera que los hubiera visto diría que eran sus hermosos hijos por sus sonrisas en la caras. No así por la cara de ellos, que realmente parecían muy cansado. Quizás de un día totalmente agotador.

El señor, luego de saludar a los integrantes de la casa y grandes pensadores de la próxima fuente de energía para su "venedero" día, pregunta: "¿Podemos comer con ustedes?". "Claro que sí" -afirma la señorita que estaba pensando en utilizar zapallitos en la preparación de la comida. Luego de eso, esboza una hermosa sonrisa y contesta: "Eso sí, nos tienen que decir qué podemos cocinar que sea fácil y rápido".

Pícara como ella sola, pasa la responsabilidad de tomar semejante decisión para la ocasión, y más ahora aún que ya la comida no era tan sólo para dos personas sino que ya era para los niños, el tipo, las señoritas y el señor; quien sin poder pensar demasiado escucha: "Ya sé, comamos tarta de zapallitos que a mi me encanta" -interrumpe su señorita.

Claro está, ella, sin dudarlo un segundo, sin pensar en la situación, sin pensar en absolutamente nada, escupe lo primero que se le viene a la mente, dejándose llevar por sus sensaciones, sus gustos y costumbres. Cualquiera podría pensar, e incluso llegar hasta decir, que ella solo pensó en ella y que ni siquiera preguntó si alguien no le gusta, o lo que fuera. Había mil forma de decirlo, quizás como sugerencia, quizás preguntando, quizás solo pensando en ello durante un rato esperando el momento adecuado para decirlo. Pero no, dejó que fluya. Que la situación la "avalanche".

Eso, eso. Increíblemente la señorita, quien propuso junto a el tipo hacer algo fácil y rápido, ya había estado pensando en utilizar zapallitos en la comida. Quizás no en tarta, pero sí cree que una tarta es más que aceptable para comer en ese día que no había sido ni sería tan caluroso, sino más bien un hermoso día primaveral; y sin mucho pensar aceptó la propuesta y salió a comprar los ingredientes necesarios para comenzar.

Lo que resultó en una forma totalmente natural y repentina de expresarse, sin pensar demasiado y simplemente dejándose llevar por la situación. Luego de comentar esto en la mesa, y charlar durante unas cuantas horas con varias copas de más, concluyeron que esas son las situaciones que se tienen que generar. Que debían ser libres de expresar lo que sentían y que naturalmente las personas se entienden y se ponen de acuerdo. Quizás por transmisión de energías, quizás por destino, quizás transmisión de pensamientos o quizás nada de todo esto. Sin embargo, ellos se entendieron y se pusieron de acuerdo, casi casi como si hubiese estado pactado desde un primer momento.

"Sinónimo".-

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