Un arma muy poderosa

Más de una vez me ha pasado que siento una necesidad muy fuerte de expresarme. Que me parece que tuve una idea, o que escuché algo que me hizo cambiar la forma de pensar, y creo que todo el mundo debería estar al tanto de eso.

Otras veces me pasa que siento que tengo que dejar una huella, un camino, un indicio de por dónde anduve porque eso le puede servir a otros. Como a mi me han servido tantas huellas que otros han dejado gracias a que se animaron a compartir sus ideas.

Cuando hablo con alguien, cuando analizamos un pensamiento utópico y lo bajamos al mundo real. Cuando luego lo vemos implementado de una forma que no era la soñada, pero que es la que calza perfecta en el mundo tal cual es. Cuando creo que cumplí un sueño, que lo conseguí o que lo logré. Cuando no lo creo, pero otros me lo dicen...

Muchas veces las palabras se me vuelan, y otras, me quedan marcadas para toda la vida. Aunque en general son más las que se me vuelan, lo que me queda marcado son las sensaciones que esas palabras provocaron en mí en ese momento.

¿Cómo recupero esas palabras que se vuelan? ¿Cómo transmitir una idea, un ideal, un sueño, ánimo o cualquier otro tipo de sensación?

Uno lleva un mensaje todo el tiempo. Cuando camina, por ejemplo. Desde la forma en la que está vestido hasta su modo de caminar. También cuando te para un desconocido en la calle y te pregunta algo: ¿cómo se lo explicás? ¿cuánto tiempo y cuánta energía le dedicás?

Uno lleva, todos los días, consigo mismo, un arma de expresión muy poderosa y que a menudo no somos conscientes de que la tenemos. En gran parte, esta consciencia fue perdida, quitada o robada por los que hoy dominan.

¿Quienes dominan? Los que se expresan constantemente. Los que son conscientes de que poseen esta arma y comparten sus ideas con el resto. Sí, uno puede expresarse con sus amigos y relaciones cercanas, pero en la mayoría de los casos estas ideas no trascienden, o quizás trascienden diez cuando podrían trascender miles. Esto es porque quizás no era el momento o el lugar, o la gente adecuada para sumarse o quizás porque priorizan otras cosas.

Expresarse es un arma muy poderosa, y saber hacerlo, la convierte en infalible. Por eso creo que todos deberíamos, de a poco, inmortalizar esas ideas y pensamientos de alguna manera. Ya sea mediante la fotografía, haciendo videos, documentales, audios, música o escritos. Cualquier medio que sea fácilmente reproducible, transferible y que perdure en el tiempo.

Creo que todos tenemos muchas cosas para expresar, de las cuales nos podemos favorecer todos y que nos gustaría escuchar. A veces siento que si adquirimos un conocimiento nuevo, es casi un deber que tenemos el de transmitirlo e inmortalizarlo de alguna forma.

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