¿Qué necesitamos para vivir?

Cosas, cosas, cosas y más cosas. Siempre necesitamos más de lo que tenemos, e incluso, podemos tenerlo todo y sentirnos mal igual. Pero claro, ¿qué es tenerlo todo? Para algunos puede ser tener mucha plata, para otros puede ser tener un trabajo que sea divertido, para otros tener una mujer al lado y engañarla los fines de semanas sin que ella se entere... Las posibilidades son infinitas.

Yo, sin embargo, creo que solo necesitamos todo aquello que nos hicieron creer que necesitamos. Ni más ni menos. Solo eso. Y eso que necesitamos depende de cómo ha sido nuestra infancia sobre todo... Cuánta televisión, radio, dibujos animados, películas de Disney hemos mirado. Qué tipo de contacto hemos tenido con el mundo exterior y con la naturaleza y sobre todo cuántas situacionas adversas hemos pasado en las que nos la hemos tenido que arreglar por nuestra cuenta. Sin importar la gravedad del hecho, sino la situación de estar solo frente a nuestro propio miedo (aunque no sea riesgoso), poder enfrentarlo y superarlo.

¿Cómo puede ser que nos concideremos seres evolucionados si todavía sigue habiendo guerras?

un tal Facundo

¿Cuánta comida? ¿Cuánta ropa? ¿Cuánta tecnología? ¿Cuánto de todo esto que nos rodea todos los días nos hace falta para ser felices? ¿Porqué la hacen tan complicada?

Esta semana estuve pensando que ya hace casi 10 meses que salí de viaje en un auto repleto de cosas. Durante esos casi 10 meses volví 2 veces a mi casa y en ambas oportunidades dejé cosas porque me dí cuenta que no las necesitaba, que me ocupan lugar, me distraían, me mantenían pendiente/atado y que encima, necesitaban de mi atención.

Reducir al máximo lo material mantiene la mente sana y libre de preocupaciones.

—Manuel Kaufmann

Al día de hoy, sigo aprendiendo a desapegarme de las cosas que llevo conmigo. A veces pienso ¿para qué mierda traje esto? y siento que tengo que volver a mi casa para dejar esas porquerías. También considero que estamos tan mal acostumbrados a las comodidades, que uno desaprende a hacer muchas cosas y cree que es muy complicado, o que le va a llevar mucho tiempo, y esto simplemente se reduce a que si es tedioso es porque tenemos cosas de más. Un ejemplo clave es el de lavar la ropa a mano: ¿cuánta ropa necesitamos?. La respuesta es sencilla: la suficiente como para que la podamos manejar nosotros mismos. No podemos tener más ropa de la que podemos llevar por nuestros propios medios ni tampoco más ropa de la que podamos lavar a mano. Está bien, si querés ir a una fiesta y que te dejen entrar, necesitás (meeehee!) tener ropa de noche (el Sábado pasado me volví de una "peña universitaria" al no poder entrar por llevar mochila). Ponele.

Tampoco al otro extremo. ¿No?.

También es cierto que las cosas dan una sensación (o quizás una realidad) de practicidad y agilizan varias tareas reduciendo los tiempos empleados. Pero, por otro lado, ¿quienes dictan esos tiempos?. Quizás el problema no está en cuánto tiempo lleva hacer las cosas cotidianas sino cuánto tiempo hemos vendido a los demás, a lo no necesario para la vida.

Así, al día de hoy, sigo aprendiendo a desapegarme de las cosas que he tenido durante toda mi vida, las que he traído en mi casa de 20 mts cuadrados y que considero que aún me sobran...

Comentarios

Comments powered by Disqus